La Fusión vista por un Flamenco…

La Fusión vista por un Flamenco…
"El Guille"

«El Guille»

Pues hoy vamos a hacer algo que no es habitual en este blog, es utilizar un texto o una opinión de uno de vosotros… Normalmente sabéis que nunca hago corta y pega, siempre me documento o pido consejos a los músicos y profesores de música que conocemos o vamos conociendo.

Precisamente el otro día que me reencontré con «El Guille» en concierto de música de la India con un flautista con Nantha Kumar, experto en música

Nantha Kumar

Nantha Kumar

tradicional de la India, empezamos a hablar de… has visto esto, has visto como suenan los cajones de…, conoces a este grupo, etc. y de ahí nos llevo a los temas de las Fusiones, si son buenas o no, nos gustan y blablabla seguimos un buen rato y Guille se acordó de esto que escribió hace tiempo y tuvo la amabilidad de ofrecerme sus experiencias y opiniones para el blog.

Así que os dejo su reflexión para que le deis una vuelta, yo comparto mucho lo que ha escrito y me encantan las fusiones hechas con sentido, con conocimiento o respeto del origen, no me vale cualquier cosa hay todos juntos. Por ejemplo hace unos meses en un post de este blog del día 19 de Febrero publicamos cosas de Joaquín Ruiz con su creación «Caravan» espectáculo increíble. Al final os pongo un  par de vídeos, el segundo precisamente de los que ocurrió en un Festival del Todocajón en el 2010, un baile de Salamanca con cajón incluido ¡Toma ya!

«La Fusión» del Guille:

Fusión es una palabra que designa acción y efecto de fundir o fundirse, mezcla de conceptos u objetos diversos, o bien, unión de diferentes.

La fusión en la música nace de la imperiosa necesidad de descubrir nuevas armonías, nuevos ritmos, y de la inquietud del músico por la búsqueda constante de nuevas fórmulas, nuevos sonidos; para enriquecerse y también beneficiar la música que uno ejecuta.

El Flamenco nació de la mezcla de herencias musicales muy diferentes procedentes de culturas legendarias muy consolidadas como la árabe, judía, gitana, íbera, etc. Esta música nació de la fusión, creció gracias a la fusión y como arte que es, está vivo y sigue prosperando y fusionándose, tomando cosas nuevas de aquí y de allá para hacer crecer, robustecer y florecer los nuevos brotes del árbol flamenco.

Al igual que otras artes como la pintura, la escultura y el resto de otras grandes músicas, no se considera folclore al Flamenco, no es una manifestación estática que siempre se hace de la misma manera, sino que como arte, crece con los tiempos y cambia con las personas. Es absurdo pretender que esta música suene y se ejecute como se hacía hace 50 años, porque ya no sería un arte, sino folclore, y como tal, sujeto al peligro de extinción al no adaptarse a los nuevos tiempos.

En el Flamenco siempre ha existido una tensión fuerte entre aquellos que no han sido partidarios de amalgamas y se han calificado de ortodoxos y, por otro lado, los que han buscado la manera de acoger nuevas armonías y rítmicas para incorporarlas a este arte. Aunque son conceptos contrarios se complementan perfectamente porque mientras los ortodoxos cuidan de una identidad muy marcada, los heterodoxos la engrandecen. El problema llega cuando esta tensión se desequilibra hacia un lado u otro de la balanza, produciéndose así periodos más estáticos, que son poco creativos, o bien periodos de mucha apertura que puede llegar incluso a desvirtuar su identidad.

Sin embargo, creo que si los músicos que fusionan son buenos conocedores de su arte, no existe peligro de que el Flamenco “pierda el norte”. Esto es así, de la misma manera que el viajero, que recorre el mundo y conoce nuevas culturas, tiene claro cuál es su hogar y sus costumbres. Sin embargo, es capaz de embellecer su casa y su espíritu con objetos e ideas de otros lugares.

Un buen ejemplo, de cómo un “flamenco” puede enriquecer este arte con un instrumento que no es propiamente flamenco, lo vemos con el auge de pianistas, violinistas, bajistas… que crecen embutidos en este marco pero optan por aportar algo nuevo. Me permito citar a mi comprade Pablo Rubén Maldonado, que con su disco “Almanjayar”, ha demostrado cómo puede sonar de flamenco un instrumento como el piano.

La auténtica fusión radica en encontrar los puntos en común que existen entre los diversos estilos musicales, para crear un puente entre ellos. Y estos los hallaremos en la rítmica y en la armonía: la multitud de escalas y ritmos contienen notas y acentuaciones comunes que serán el punto de partida de esta unión.

Armónicamente hablando el Flamenco es muy rico, pero lo es más rítmicamente. Casi siempre es posible encontrar uno de sus estilos apropiado para mezclarse con casi todas las músicas tradicionales y modernas –me atrevería a decir- de los cinco continentes. La rítmica flamenca es tan amplia y rica, que su vasto abanico puede acoger casi todas las variaciones rítmicas que imaginemos.

Los percusionistas flamencos, tenemos una doble responsabilidad: custodiar cada ritmo y acentuaciones propias de cada uno de los palos y, por otra parte, ser uno de los puntos clave de partida para hacer fusión.

«El Guille»

A mi sólo me queda añadir… Gracias por vuestras músicas, músicos, seguir creando cosas, porque vosotros hacéis que el Mundo sea más bello y a los Folcloristas, seguir estudiando y enseñándonos de dónde venimos para que no perdamos el Norte…

 

Gustavo González, Alicia González, Marcos García y Jacinto Martín nos hacen un baile serrano (Salamanca) a compás de un cajón en el el festival Danza & Tókalo.

Caravan de Joaquín Rodrigo

 

 

 

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